Un proyecto de lectura municipal deseaba reinventar el concepto de biblioteca. Por lo tanto, se instaló la estructura de mobiliario de biblioteca en las zonas de ocio y fácil acceso, tales como parques, playas, plazas y paradas de colectivos. La colección de libros se distribuye a través de estos puntos de presencia, contando con un sistema de préstamos integrado en toda la ciudad.
La naturaleza móvil de las bibliotecas presentó un desafío estructural y el aumento de la complejidad del proyecto. Sin embargo, la oportunidad de promocionar la cultura a través del diseño ha motivado al equipo a superar esos obstáculos. El proyecto resultó ser un éxito como lo confirma el uso extremadamente positivo y frecuente de las instalaciones junto a los diversos premios nacionales e internacionales que ha recibido.